A día de hoy, 19 de mayo de 2025, un guardia civil todavía no sabe si el 2 de junio podrá llevar a su hijo al colegio, acompañar a un familiar al médico o simplemente compartir una cena en casa. Porque aún no sabe si ese día trabaja o no.
Y lo más grave: esto no es un fallo puntual. Es la rutina. Es la norma.
1. Sin turnos ni previsión: la conciliación imposible
La normativa permite que el servicio se planifique hasta siete días antes de que empiece el mes.
La consecuencia es clara: no podemos organizar nuestra vida personal, ni anticiparnos, ni conciliar. Cada mes es una incertidumbre que afecta a nuestras familias, a nuestra salud y a nuestra motivación.
Mientras tanto, un agente de la Policía Nacional ya tiene su cuadrante anual completo. Sabe con meses de antelación qué días descansará y podrá estar con los suyos.
Puede organizar su vida. Nosotros, no.
2. Más trabajo, menos derechos
- Trabajamos más horas.
- Recibimos nuestra planificación con escaso margen.
- Los dobletes (encadenar dos servicios sin descanso diario de 11 horas) se han convertido en una práctica habitual en muchas Unidades.
Todo esto rompe nuestra conciliación, deteriora nuestra salud y afecta a nuestras familias.
3. Falta de personal: el origen de muchos males
La escasez estructural de efectivos en la Guardia Civil no es una novedad, pero sus consecuencias son cada vez más graves.
La plantilla insuficiente obliga a cubrir servicios cada vez con menos recursos, lo que genera:
- Cambios de turnos con escaso o nulo margen de aviso.
- Acumulación de tareas en menos personal del necesario.
- Más dobletes, con jornadas abusivas y sin recuperación efectiva.
- Tensión continua entre garantizar el servicio y mantener una mínima calidad de vida.
La falta de personal no solo impide conciliar, sino que sobrecarga a los compañeros y crea frustración constante, al ver que medidas que tienen otros Cuerpos policiales no se pueden aplicar porque hay que garantizar el servicio que se da al ciudadano.
Mientras no se dote de más personal y se cubran las vacantes reales y se dimensionen correctamente las unidades, ninguna medida será suficiente para garantizar una conciliación digna.
4. Paralización de los turnos: ni avances, ni soluciones
Y para colmo, desde febrero de 2025 está paralizada la incorporación de nuevas unidades al sistema de turnos.
¿El motivo? Fallos en el nuevo aplicativo encargado de contabilizar las horas y asignar los servicios, lo que impide continuar con la implantación en más unidades del modelo de turnos.
Mientras tanto, decenas de unidades están bloqueadas, sin posibilidad de avanzar hacia un modelo más justo y estable. Una vez más, el precio lo pagamos los guardias civiles… y nuestras familias.
5. Teletrabajo: aprobado pero bloqueado
En un momento donde muchas administraciones ya han incorporado el teletrabajo para tareas no operativas, en la Guardia Civil sigue siendo una tarea pendiente.
Desde que la Instrucción sobre el teletrabajo, haya pasado en el Pleno del Consejo del 14 de diciembre de 2023. A día de hoy, seguimos esperando su aplicación,
Tareas administrativas que podrían realizarse perfectamente desde casa continúan bajo un modelo rígido, anticuado y alejado de la conciliación, ya que evitaría ese tiempo en desplazamientos, tanto al inicio como a la finalización del servicio.
6. Sin derecho a desconectar
Además, la Guardia Civil no dispone de una norma que regule la desconexión digital.
Fuera del horario de servicio, hay ciertas Unidades donde se reciben llamadas, mensajes y correos como si estuviéramos siempre de guardia.
La disponibilidad total no puede seguir siendo la norma. El descanso también es un derecho.
7. Cambiar de unidad… y perder derechos
Cuando un guardia civil cambia de destino, pierde automáticamente los DAS, que son los descansos adicionales que compensan los servicios nocturnos y festivos que se realizan.
Se castiga el movimiento voluntario o forzoso de los profesionales con la pérdida de un derecho ganado con esfuerzo.
La pérdida de estos descansos es un sistema que penaliza al trabajador en lugar de protegerlo.
8. Permisos rígidos que dificultan aún más la conciliación
El Estatuto Básico del Empleado Público reconoce el derecho a disfrutar de un permiso por enfermedad grave de un familiar, sin exigir que este comience inmediatamente tras el hecho causante.
Sin embargo, en la Guardia Civil sí se impone esa condición: el permiso debe iniciarse justo a partir del día siguiente del hecho causante, sin margen para adaptarlo a la situación familiar real.
Esto complica gravemente la conciliación, sobre todo con parejas o familiares que pertenecen al cuerpo.
Pongamos un ejemplo real: Una pareja de guardias civiles cuya madre —suegra de uno de ellos— es hospitalizada.
Ambos tienen derecho al mismo permiso y se ven obligados a cogerlo simultáneamente, aunque quizá uno de ellos podría utilizarlo más adelante para repartir cuidados.
Si la hospitalización se prolonga, no se permite escalonar ni adaptar el permiso. Se pierde.
Este tipo de rigidez se convierte en una limitación y un obstáculo.
Desde Independientes de la Guardia Civil (IGC) pedimos soluciones. Pedimos dignidad.
Desde esta asociación profesional decimos que urge plantear soluciones inmediatas.
Porque nuestros derechos no pueden depender del destino, del jefe o de la voluntad del sistema.
El próximo 10 de junio hemos sido convocados a un grupo de trabajo de jornada y horario, donde esperamos que se ponga la primera piedra para una norma integral que regule este aspecto fundamental de nuestras vidas.
Pero hay cuestiones que no pueden esperar más y que deben implantarse con carácter urgente:
- El teletrabajo efectivo para funciones compatibles.
- Una norma de desconexión digital que proteja nuestro descanso.
- La conservación de los DAS independientemente del destino.
- La incorporación inmediata de nuevas unidades al sistema de turnos, con cadencias de 8,5 horas sin dobletes, como base para una jornada más racional.
- El fin definitivo de los dobletes.
Porque detrás del uniforme hay personas. Y detrás de esas personas, hay familias.
Para cualquier duda o consulta, podéis contactar con nosotros a través del correo:
📧 tueresigc@igcprofesional.es
Madrid, 19 de mayo de 2025