Con fecha 19 de agosto de 2019, Independientes de la Guardia Civil (IGC), realizó una propuesta a la Dirección General de la Guardia Civil, para que se dote a todas las Unidades de Seguridad Ciudadana de alcoholímetros de muestreo, balizas para señalizar los accidente de tráfico con seguridad, evitando de este modo los alcances por el conocido “efecto mirón” y lectores de microchip.
Como mero recordatorio, en el Capítulo II, del Título II, de la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, está dedicado a las funciones que tienen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, concretamente se encuentran recogidas las funciones específicas de la Guardia Civil en el apartado 1, letra B, artículo 12 y entre ellas la competencia la vigilancia del tráfico, tránsito, transporte en las vías públicas interurbanas.
Esta es una competencia que se venía desarrollando por la Guardia Civil, desde que en la década de 1950 se produjera en España el “boom” automovilístico, ya que se hacía necesario disponer de unas fuerzas de seguridad específicamente dedicadas a la vigilancia de la circulación. Es por ello que la Ley 47/1959 de 30 de julio, sobre regulación de la competencia en materia de tráfico en el territorio nacional, atribuyó la función de vigilancia de carreteras y vías públicas al Cuerpo de la Guardia Civil. Consecuentemente la Dirección General, mediante Orden General nº 32 de fecha 26 de agosto de 1959, creó la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.
A pesar de que sea una función que internamente es realizada por la Agrupación de Tráfico, son frecuentes cada día en todo el territorio nacional que estas actuaciones sean llevadas a cabo por personal del Cuerpo no especializado en esta materia, sobre todo personal de Seguridad Ciudadana, muchas veces de una manera íntegra, señalización en accidentes de daños sin heridos o con heridos leves, toma de datos en otros accidentes irrupciones de animales en la vía pública, etc.
Otras veces en colaboración con campañas de seguridad vial en lugares donde no puede hacerse cargo personal de la Agrupación de Tráfico o cuando por la dispersión geográfica y/o por la falta de personal, son los primeros en llegar en accidentes graves hasta la llegada de la patrulla de Tráfico, y el tiempo de espera en estos casos varía bastante en función de la casuística del momento.
El personal de la especialidad de Tráfico cuenta con los medios apropiados para desempeñar su función de una manera correcta y segura, ropas adecuadas con reflectantes, linternas, medios para señalizar (conos, balizas, etc) así como los medios técnicos adecuados para investigar posibles factores que pueden intervenir en un accidente, como lector de microchips en casos de atropellos de animales o dispositivos de muestreo de alcohol.
Sin embargo el personal de Seguridad Ciudadana no cuenta con muchos de estos medios que serían elementales para su seguridad y para la investigación del accidente (balizas de señalización, alcoholímetros y lectores de microchip). Algunas Unidades cuentan con alcoholímetros de muestreo, pero otras muchas no.
Por todo ello y considerando imprescindible que todos los Guardias Civiles tengan de los medios apropiados para desempeñar sus funciones de forma adecuada y con seguridad, hemos solicitado que por parte de la Dirección General de la Guardia Civil se dotara a todas las Unidades de Seguridad Ciudadana de alcoholímetros de muestreo, balizas para señalizar los accidente de tráfico con seguridad, evitando de este modo los alcances por el conocido “efecto mirón” y lectores de microchip, estos últimos no sólo son útiles de cara a los accidentes de tráfico, sino en materia administrativa en normativa animal, competencia esta que también es de forma específica de la Guardia Civil y que tiene que ser complementada por Unidades de Seguridad Ciudadana.
Desde IGC seguiremos trabajando para que estas reivindicaciones y otras que vayan surgiendo sobre medios materiales, sean tenidas en cuenta para mejorar la el trabajo diario y la seguridad de todos los guardias civiles.