El pasado jueves 22 de febrero de 2018, el Director General de la Guardia Civil y el Teniente General Adjunto al mismo, se reunieron con el Presidente de IGC Joaquín Parra y el Secretario Nacional José Luis Otero, en una ronda de entrevistas, para conocer los cambios propuestos en el funcionamiento del Consejo de la Guardia Civil, integrado por las asociaciones profesionales de los guardias civiles.
La reunión de una hora de duración se inició con una exposición que hizo el Teniente General sobre las modificaciones del Consejo, lo que consumió unos 20 minutos, para pasar a continuación a la exposición de temas a tratar, anteriormente propuestos, en los que se intercalaban las intervenciones del Director General y el Teniente General con el Sargento y Cabo 1º que representaban a la asociación profesional INDEPENDIENTES DE LA GUARDIA CIVIL (IGC), pudiéndose debatir tan solo de los primeros asuntos propuestos, dejando al margen los demás. Debates que se desarrollaron aproximadamente del siguiente modo:
1º.- En realización a los concursos oposición para la especialización y acceso a escalas superiores (ascenso), se propuso que no se estableciera límite de edad, y que tan sólo existiera la posibilidad, tras finalizar el correspondiente curso, de poder obtener un destino, bien en servicio activo, bien en reserva activa.
La propuesta fue aceptada por el Director General por cuanto tras una sentencia del Tribunal Supremo que afectaba al Cuerpo Nacional de Policía y otras emitidas en otros ámbitos de la Administración, se puede acceder sin límite de edad a la Policía y hasta los 40 años en la Guardia Civil, por lo que se estudiarán esas sentencias y jurisprudencia para proponer al Gobierno que desarrolle una proposición de ley a las Cortes Generales, que deje de establecer límites de edad en esos casos, si se llega al convencimiento de su inconstitucionalidad. Y sin necesidad de iniciar los guardias civiles la vía contenciosa administrativa, ni ser preciso que los jueces y tribunales formulen cuestión de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional.
2º- Respecto a la mejora del funcionamiento y organización del Consejo de la Guardia Civil integrado por las asociaciones profesionales de los guardias civiles de todos los empleos, IGC asumió el documento suscrito en consenso por todas las asociaciones, si bien el presidente de la asociación informó que la asociación profesional que representaba, IGC, formuló una propuesta distinta a la aprobada por consenso, y fue entonces cuando el Director General le indicó, que deseaba conocer la opinión de todas las asociaciones por separado, y que por ello promovía esas reuniones, ya que en privado los representantes se muestran de distinta forma que cuando están en unión con el resto de asociaciones.
Por los dirigentes de Independientes de la Guardia Civil (IGC) se informó al Director General de alguno de los contenidos que se habían propuesto para la mejora del Consejo y de las prerrogativas de las asociaciones profesionales, entre ellas que el Consejo de la Guardia Civil, y sus asociaciones por separado, pudieran personarse en los procedimientos disciplinarios formulando informes jurídicos en contra o a favor de los informes jurídicos de los asesores de las Autoridades disciplinarias, y que formaran parte de los órganos de deliberación de cualquier resolución administrativa que las Autoridades de las Dirección General pudieran adoptar en cualquier materia, profesional, social o económica.
Que el Consejo de la Guardia Civil pudiera proponer proposiciones de ley, que una vez sintetizadas y articuladas, fueran propuestas por el Director General al Gobierno para que estas proposiciones de ley pasaran a la deliberación y aprobación en el seno de las Cortes Generales, donde reside el poder legislativo soberano.
Sin entrar en más detalles, por la amplitud de las propuestas que sobre este tema tenía IGC, y el escaso tiempo, se pasó a otro.
3º.- En relación al elevado número de suicidios en la Guardia Civil, por el Teniente General que acompañaba al Director General se dijo que examinados otros porcentajes de suicidios en otras profesiones similares como la de la Policía o Fuerzas Armadas, los niveles eran similares, y que incluso comparados con colectivos como los maestros, los niveles se acercaban bastante, por lo que realmente no había una gran diferencia con el resto de personas, y siendo que el acceso al arma es medio rápido de poner fin a la vida, podía ser el factor que hacía aumentar la casuística. Hizo el Teniente General alarde de los buenos profesionales que se encuentran en el servicio de psicología del Cuerpo y de la buena labor que estaban realizando.
La contestación del Teniente General presente, tuvo su contra respuesta por parte de IGC, opinando que son varios los factores coadyuvantes que influyen en el suicidio de un guardia civil, y no tan sólo los asuntos familiares, como principal causa, porque la profesión y el perfil psicológico que se forma en las academias sobre la persona del que posteriormente se convierte en Guardia Civil, hacen de este una persona distinta a cualquiera de las que caminan por nuestras calles. Así IGC dijo que el guardia civil y el policía están expuestos constantemente a situaciones de riesgo, tensión, estrés y responsabilidad, a grandes controles de su actividad, y a miedos o temores a equivocarse, o a ser objeto de reproche o sanción disciplinaria, a críticas sociales o de terceros, y a asumir que no son personas cualquiera, sino guardias civiles investidos con responsabilidades y obligaciones durante todo tiempo. Todo ello en su conjunto sin duda influye para colmar el estado de depresión y anormalidad psicológica que lleva, junto con otras causas coadyuvantes, al deseo del guardia civil de poner fin a su vida. Por IGC se terminó diciendo que prueba de ello es que, -no se nace guardia civil, sino que se forma la personalidad de un guardia civil desde las academias-, y por tanto tiene un perfil psicológico diferenciado de cualquier persona.
Por parte de IGC no se encontró el momento para hacerle saber al Director General que se debe de dar apoyo a los guardias civiles con problemas, mediante un mentor, tutor, o asesor, que le indique las pautas y actuaciones a llevar a cabo en su vida para salir de sus crisis y problemas, ya fueran sentimentales, económicos, o profesionales. Estos guardias civiles necesitan de una tutela y un asesoramiento que les facilite las opciones prácticas de solución de los problemas en todos los ámbitos, para salir de los mismos.
El Director General se dirigió al Teniente General para decirle que los niveles de suicidio eran muy preocupantes y que últimamente se habían agravado, así que algo extraordinario habría que hacer para evitarlo o paliarlo.
4º.- Sobre el asunto de la subida salarial al nivel de los Mossos d ́Escuadra, el Director General tan sólo dijo que era también voluntad del Gobierno y de esa Dirección General, y que quería que quedara claro que desde la Institución se apoyaba esa equiparación.
Se cambio de asunto, por cuanto la equiparación salarial se debatía en órdenes superiores, como era la Secretaría de Estado de Seguridad, obviando decirle al Director General por la premura de tiempo, que recordara que una reunión anterior por parte de IGC se le preguntó si la subida del 8% del salario en tres años, que se estaba negociado por los sindicatos de funcionarios sería igualmente asumida en esa equiparación salarial, y que el mismo convino con IGC que efectivamente eran asuntos y partidas presupuestarias distintas, de las que igualmente nos beneficiaríamos por nuestra condición de funcionarios de la Administración General del Estado.
Lo que sin embargo no contenía la propuesta del Secretario de Estado de Seguridad, de forma separada, sino integrada en la bolsa de dinero ofertada para una supuesta equiparación.
5º.- Sobre acoso laboral. Por IGC se le dijo que eran varios los casos de este tipo que se denunciaban en la asociación, y concretamente se expuso el de una compañera de Galicia que se iba a ventilar en un Juzgado contra su superior, por haberse producido supuestamente además, con connotaciones o pretensiones sexuales.
Por el Teniente General se dijo que existe un protocolo en la DGGC para evitar el acoso laboral.
Por IGC se dijo que no se suele creer por muchos guardias civiles, en la eficacia del sistema que rige la Institución, y que no se profundiza suficientemente en las investigaciones, a lo que resulta muy difícil probar ese acoso laborar, que de no conseguirlo, el supuestamente afectado, puede terminar sancionado nuevamente, por su atrevimiento.
6º.- En relación al nuevo despliegue territorial, que para la modernización se tiene en fase de estudio y desarrollo, se dijo por ambos interlocutores de la Dirección General, que no era momento de hacer crítica, que cuando por el Estado Mayor estuviera desarrollado se haría público para su debate, y que nadie debía temer que ello le causara un perjuicio, ya que todo se estaba teniendo en cuenta.
Por IGC se hizo escucha, sin entrar en mucho debate, pues era un asunto en el que se estaba manteniendo al margen a las asociaciones, precisamente deducimos, para no generar discusiones sobre el asunto, hasta que se haya esbozado en su totalidad.
Desde IGC creemos que cualquier proyecto de despliegue territorial, requiere de la participación de las asociaciones profesionales, en defensa de los intereses sociales y económicos que le son propios, y porque ello más que un factor distorsionador o de retraso en la toma de decisiones, facilitaría que el proyecto tuviera muchos inconvenientes en la fase pública de exposición y audiencia.
7º.- Se le informó al Director General de la petición que un representante de la asociación IGC hizo al mismo, para prestar servicio eventualmente en la Comandancia de residencia de su madre, afectada por un cáncer terminal, y que en el tiempo de tramitación y resolución negativa, la madre había fallecido. Se le hizo entrega al Director General de los recursos y alegaciones que el guardia civil efectuó y de su propia resolución, para que conociera del asunto.
8º.- Se le requirió al Director General de un canal de comunicación directo sobre supuestos hechos infractores de guardias civiles, para evitar otros medios de denuncia. Se expusieron casos como, el uso de vehículos oficiales para traslados del destino a la Comandancia o de la Comandancia al domicilio, sin comisión de servicio, ya que ello era constitutivo de infracción.
Se aconsejó que acudiéramos a los superiores jerárquicos, aprovechando incluso las reuniones con los jefes de Comandancia y de de la Zona, para exponer los hechos. Informándole que en un concreto caso se habían agotado esas vías, y no se había puesto remedio al asunto. Se dijo por IGC que lo más que se quiere en esos casos es que dejen de producirse los hechos, y no tanto una sanción disciplinaria. A lo que se interesaron por los concretos hechos expuestos.
Se finalizó la reunión con las fotografías del encuentro, con la sensación de que como bien dijo incluso un Magistrado del Tribunal Constitucional, la Guardia Civil tiene pies de barro. Por lo que nos llevamos la sensación que los avances, o son muy lentos o incluso no se producen.