Asistíamos en el día de ayer, cual cónclave papal, al Pleno del Consejo de la Guardia Civil, con ansia por ver la oferta que presentaría el Ministerio del Interior, con Zoido a la cabeza.
Entrabamos por la puerta las Asociaciones con ese aura de saber que nuestras reivindicaciones históricas, podían estar a punto de materializarse en un papel que plasmaría los derechos y deberes de los guardias civiles de hoy y del mañana. Pero la historia nos ha dejado un nuevo escollo en el camino, cual juego de trileros.
Sentados tras una mesa, como puede ser cualquiera de las puestas en el paseo de la playa en Benidorm, se sentó el cabeza visible del grupo trilerista. Con buenas palabras, nos agasaja y, tras las mismas, expone las bonanzas de jugar a su juego.
Nos enseña la bolita. Equiparación total con Mozos de Escuadra. Y 1.500 millones para el Capítulo 1, que suenan como si de una trilogía cinematográfica estuviéramos hablando. Como ágil trilero, esconde la misma en gesto que no se percibe y nos pone los vasos para que destapemos la que contiene la promesa.
Tras las palabras, se nos presenta un documento que quiere abordar la mayor reforma de la historia de la Guardia Civil y la Policía Nacional. En condiciones normales, hablaríamos de un dossier fundamentado donde se habrían escrito cifras concretas, plazos y partidas, reformas laborales adecuadas a los tiempos que corren y otras complementarias para llevar a cabo tal remodelación. Pero no, puesto que lo allí expuesto era una hoja redactada por un becario y con 5 puntos, a cada cual “mas interesante”.
Como turistas ingleses en levante, levantamos el primer cubilete: “El Ministerio del Interior se compromete a impulsar la financiación de la Equiparación Salarial total y completa entre los miembros de la Guardia Civil”. Vaya, nos hemos equivocado y no estaba la dichosa bola. “Impulsar” que bonito término. Nos miramos entre asociaciones y pensamos que quizás habíamos sufrido un despiste y que la bola, estará en el siguiente.
Animosos, escogemos nuestra segunda jugada, ya que el trilero nos lo permite. “… el Ministerio del Interior se compromete a solicitar el incremento de las partidas presupuestarias del Capítulo I de los próximos tres Presupuestos de la Guardia Civil hasta que sea la misma cantidad por agente que desarrolle su actividad en el Cuerpo de la Guardia Civil que la existente en los presupuestos de la Generalitat de Cataluña para financiar a los agentes que hacen lo propio en el Cuerpo de los Mossos de Escuadra hasta un límite de 1.500 Millones de Euros“. ¡Ups! Segundo error. Son “buenos” estos señores y nos aplicado el shuffle de Kansas City, un baile que consiste en que cuando todos miran hacia la derecha, tú miras hacia la izquierda. ¡Grandioso movimiento por su parte! En el segundo cubilete, encontramos palabras como “compromete a solicitar” y “hasta un límite”, que a la larga es como “yo lo pido y si me lo dan bien y si no también” y “si es mas, yo me lavo las manos”. Pero ni rastro de la bolita llamada “equiparación total”.
Miramos al trilero, que en un ejercicio de habilidad nos muestra su tercer movimiento: “Dicha aportación se realizará a lo largo de los tres próximos ejercicios presupuestarios, a razón de un tercio de la cantidad resultante de la negociación en cada uno de ellos.” Esto nos suena mejor. Vamos a seguir con el juego, porque no queda otra y hay que encontrar la dichosa bola.
Y llegamos al encumbramiento del actor, que marcará el devenir de los futuros acontecimientos.
Miramos el cubilete restante y nos decimos “tiene que estar ahí”. Leemos. Punto 4: Las Asociaciones Representativas de los Guardias Civiles se comprometen a aceptar la sustitución de cualquier derecho de carácter sociolaboral que no tengan reconocido los agentes del Cuerpo de los Mossos de Escuadra por aquellos que estos últimos tengan reconocidos para, de esta forma, culminar el proceso de equiparación entre ambos cuerpos. En caso de no resultar posible dicha supresión o requerir un determinado plazo temporal, las cantidades destinadas a financiar tales derechos se restarán de la cantidad descrita en el punto tercero. Aquí personalmente hago un ejercicio de respiración pausada y pienso en Manolo Lama y su ya legendario “¡Ay mi madre, El Bicho!”, porque menudo gol se han marcado.
Los presentes no pueden dar crédito ante sus ojos de que la bolita no salga bajo ese cubilete. ¿Magia? ¿Donde esta la dichosa bolita?
El capitán del trile, se hincha cual pavo real previo al cortejo de una hermosa hembra. Y nosotros asombrados, nos damos cuenta de la estafa.
El principal protagonista nos insta a firmar un acuerdo en blanco, quizás pensando que esperamos buscar otra vez la bolita y caer nuevamente en sus manos. Nos negamos, que somos buenas personas, pero no tontos. Queremos que nos aclaren todos los puntos del documento y solicitamos definir tanto partidas económicas como plazos, además de no dejar en el aire todo a futuros acuerdos políticos.
Se levanta el ilusionista y su séquito y no se van contentos por no poder seguir engañándonos. No acuerdo y no queremos seguir jugando.
Finalizada la reunión y como decía un periodista de radio estadounidense llamado Edward Murrow para acabar su programa, buenas noches y buena suerte.
Delegado IGC Palencia.
subpalencia@igcprofesional.es